San Miguel invade Saltillo de laguneros

Por Camelia Muñoz

Saltillo, Coah.- Ya transcurrieron casi tres meses del gobierno estatal y San Miguel Angel Riquelme Solís no termina de integrar gabinete y sigue prácticamente despidiendo a todo al que se tope cada día en su trayecto, pero bendiciendo a sus más cercanos colaboradores.

Sin embargo, mientras que las bajas en la burocracia siguen, las dependennias estatales se han convertido en pistas de aterrizaje para los varios aviadores que en nómina no aparecen, pero sí están cobrando desde el primer día de diciembre del año pasado.

Así, exempleados del gobierno del estado aseguran que incluso les retuvieron sus ingresos de la primera quincena de febrero para garantizar que firmaran su renuncia y, obviamente, ni las gracias les dieron, mucho menos  una liquidación, algo que es totalmente ilegal. Entre las personas que perdieron su trabajo, figuran quienes tenían mínimo 10 años de antigüedad, que merecían una forma digna de ser despedidos por los laguneros que pululan por todas las dependencias representando lo que siempre soñar: derrocar a los saltillenses y quedarse con el botín… bueno, con lo que les dejaron.

Y sí, el botín ha permitido que en el reparto participen hasta las muy, pero muy amigas de algunos nuevos funcionarios, que misteriosamente no aparecen aún en nómina pero sí en las erogaciones de Finanzas.

En la última quincena, según San Miguel, se han ahorrado un millón de pesos en nómina, pero lo curioso es que nada se ha dicho de que al personal administrativo y operativo les rebajó el 10 por ciento de sus ingresos, para que sus secretarios y directores, además de los amigos y muuuy amigas de ellos, cuenten con salarios dignos de su destacada labor (sarcasmo).

Uno de los que no tiene empacho en decir que su deber es defender a San Miguel, es el titular de Desarrollo Económico, Jaime Guerra, quien durante la inauguración de la Expo Salud y Bienestar que organizó Canacintra, dijo que nunca se hubiera imaginado que de haber representado antes los intereses de la iniciativa privada, hoy lo hacía desde la acera de enfrente.

Esto no fue bien visto por los pocos empresarios que asistieron y que, desde mucho antes de que Guerra ingresara a gobierno, veían que en lugar de ayudarlos  se entregó de lleno al anterior gobierno, de tal forma que nada hizo por exigir que el Impuesto Sobre Nóminas se invirtiera en Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga. Algún día rendirá cuentas.

Al fin Samuel Rodríguez Martínez, el presidente de la Junta de Gobierno del Congreso en este año, demostró para que mandó instalar el sistema electrónico de la puerta trasera del edificio y el primer beneficiado fue el secretario de Finanzas, Blas Flores Dávila, quien aprovechó la situación para esconderse de reporteros que no pudimos ingresar al inmueble y con lo cual pudo salir por otro sitio. Su capacidad para escabullirse lo hace merecedor a que se le cante esa de “conejo Blas a dónde vas”, ya que corre tan rápido como esos roedores, que conste que es por esa característica y no por la ola de observaciones que la Auditoría Superior de la Federación ha hecho sobre su desempeño como rector de la Universidad Autónoma de Coahuila.

A ver si no cierran las puertas cuando vaya a comparecer ante legisladores, como lo aprobó el Congreso y luego que venció el plazo de 15 días que el mismo funcionario se planteó.

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Se acercan campañas y resulta que al interior de los partidos se han desatado las pugnas por la selección de sus hoy aspirantes y estas diferencias internas repercutirán en el resultado de la elección presidencial.

En el PAN, la decisión de no incluir como candidato al senado a Jesús de León Tello ha sorprendido mucho, ya que el exlegislador tiene más méritos que juntos  Guillermo Anaya y Esther Quintana.

En el PRI, aunque están acostumbrados al “democrático dedazo”, la imposición de Verónica Martínez ha dejado un mal sabor, aunque saben que ser obediente y sumisa es lo que le valió la candidatura, porque de capacidad nomás no se le haya.

En Morena los problemas están en los ayuntamientos principalmente, donde la Coalición con el Partido del Trabajo y Encuentro Social se desmorona ya que los primeros se creen ya triunfadores en la presidencia de la república con Andrés Manuel López Obrador, que están perdiendo piso. El caso es que en Coahuila AMLO perdió terreno con su decisión de llevar como plurinomnal a Napoleón Gómez Urrutia, quien provocó enormes daños a los trabajadores mineros.