¿Quién financió a Riquelme?
Saltillo, Coah.- Pareciera que las instituciones se preparan para que el financiamiento de partidos y campañas electorales se haga quién sabe de dónde y quién sabe como. Es decir que haya un descontrol en el flujo de recursos y de su fiscalización.
Las recientes resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre el proceso de Coahuila del pasado 4 de junio son muestra de que ya se preparan para ni siquiera sospechar algo irregular.
Al candidato del PRI y de la alianza por un Coahuila Seguro, Miguel Angel Riquelme Solís, le redujeron varios montos que los consejeros electorales sí consideraron como gastos de campaña y con los cuales se rebasó el tope aprobado por más de 19 millones.
Tan sólo por el servicio de facebook, donde atiborraron de videos y propaganda diversa del candidato, al PRI se le eliminó de tajo casi un millón de pesos y otros 300 mil pesos por alimentos o viáticos en general.
Con ello se reduce el monto de rebase en el tope de campaña. Sí, para los magistrados resulta que el INE se extralimitó en su función fiscalizadora, pero eso no implica que no haya circulado el dinero que el tricolor no reportó.
Los magistrados ni siquiera pusieron atención a que no fueron ni centavos ni cien ni mil pesos los que se gastaron de más, sino millones que el partido sacó quién sabe de dónde y cómo, lo que le permitió llevar a a cabo actividades de proselitismo , aunque los más altos jerarcas de la justicia electoral digan que los alimentos del entonces candidato no pueden considerarse como gastos de campaña, aunque quizá con esos recursos pagó la comida de todo el séquito de achichincles que lo acompañaban, incluyendo al staff de medios de comunicación que le daban cobertura y que más bien parecían de su equipo.
El dinero fluyó a los ojos de todos, el INE lo contó y debiera ser motivo de investigaciones penales para dar con su extraño origen, pero el TRIFE quiere borrarlo nomás por que sí.
Ahora el PRI a nivel nacional no quiere recurso público y promueve dicha iniciativa en un afán más populista que interesado en apoyar a las zonas siniestradas por los sismos.
En su lugar buscaría el recurso privado y el cual no necesariamente sería objeto de fiscalización, cono lo han hecho por años al quitar ingresos a la burocracia y considerarlo como cuotas al partido pese a que en la nómina no aparezca como tal y los trabajadores desconozcan el motivo del descuento.
Si se sigue permitiendo este tipo de financiamiento de origen desconocido, quizá logremos ver entonces los rostros de esos poderes fácticos que están tras partidos y políticos y que luego éstos sean aprehendidos por sus operaciones ilegales, o algunos logren darse a la fuga o logren librarla como algunos en la entidad.