Por Camelia Muñoz
Saltillo, Coah.- Aunque el tema de los espectaculares de Luis Fernando Salazar se volvió escandaloso para los priístas, la denuncia de un supuesto lavado de dinero en el financiamiento de éstos no se presentó ante una autoridad judicial, sino ante las autoridades electorales porque son simples sospechas y no tienen pruebas.
Jesus Berino Granados, secretario general y a quien el PRI le encargó interponer la denuncia citada mientras que su líder estatal, la diputada local Verónica Martínez, salió huyendo al terminar la sesión del Congreso para no dar entrevistas.
“Hay dinero mal habido”, dijo reiteradamente el secretario general y al cuestionarle sobre pruebas de ello, respondió: “sospechamos, pero eso lo deben de investigar”, -¿quién?, se le volvió a cuestionar: “que las autoridades electorales lo hagan”, respondió y aseguró que no lo hacen ante otras autoridades judiciales porque no hay pruebas.
Berino Granados dijo desconocer cuánto cuesta la promoción a través de estos medios de parte de diputados priístas y dijo que eso deberían investigarlo los panistas.
Dejó en claro que el PRI no se meterá ni por Javier Guerrero ni por Jericó Abramo Masso porque “es gente que anda promocionándose políticamente. No sé cuánto les cueste, pero que eso lo digan los panistas”, señaló.