Cierres de campañas
Saltillo, Coah.- El próximo jueves estará Ricardo Anaya en la ciudad de Torreón en lo que será una de sus últimas apariciones como candidato presidencial. Viene a uno de los principales bastiones del Partido Acción Nacional en la entidad y que todo parece indicar seguirá en manos de Joge Zermeño Infante.
Anaya sabe que en Coahuila hay mucha gente cansada y dispuesta a darle la espalda al PRI, pero sus candidatos esperan a que los votos les caigan sin esfuerzo alguno y sus campañas estuvieron más tristes que nada.
El panista y abanderado de la coalición “Por México al Frente” sabe que desde la entidad puede emitir uno de sus discursos más sustentados contra los priístas y su abanderado, José Antonio Meade, ya que si bien es cierto que la entidad puede considerarse la más priísta del país porque el manejo de recursos y programas sociales permite el clientelismo electoral, también lo es que seguimos siendo ejemplo el más representativo ejemplo de la corrupción y la impunidad. Veremos qué viene a decir el panista y cómo le puede beneficiar la visita.
También para los próximos días se espera la nueva visita de Andrés Manuel López Obrador, quien tiene informes que hay buenos números para él y algunos candidatos más en la entidad. El candidato al senado, Armando Guadiana Tijerina, nuevamente le apostó y le invirtió todo a la campaña por lo que si en el 2017 Morena se coló como la tercer fuerza política, en este 2018 podria dar una nueva sorpresa.
Meade también busca lucrar con la muerte de Fernando Purón Johnston y anunció luego de los hechos en Piedras Negras que cerraría su campaña en el estado, pero las cosas no están del todo seguras en la frontera y mejor se decidió que fuera en Saltillo la actividad y quien lo confirmó fue nada menos que San Miguel Riquelme, santo patrono de los lagunero que invaden Saltillo, que en su horario de trabajo habló de la gira de su candidato… ya no hay recato.
Hablando de Riquelme Solís, resulta que los hechos violentos en el norte y la laguna no acaban por abrirle los ojos, ni a él ni a su gabinete, y sigue con sus discursos de que no pasa nada grave, los cuales ha retomado la presidenta del Instituto Electoral, Gabriela de León Farías. A ver si no les da la sorpresa como pasó el año pasado en Ciudad Acuña.
En el ámbito de la capital del estado, el presidente municipal Manolo Jiménez Salinas desmostró que sí usó políticamente las supuestas irregularidades que le heredó el panista Isidro López Villarreal. Pese a que cacaraqueó hasta el cansancio que estaba mal la administración que recibió, decidió reservar toda la información relacionada con supuestos actos de corrupción y que presuntamente denunció.
Jiménez Salinas no sólo ha incurrido en este tipo de mentiras, al asegurar en mayo, durante el debate, que sí había puesto a disposición a exfuncionarios corruptos pero ninguno está en prisión; a esto hay que sumarle que muchas familias se quedaron esperando los apoyos en becas académicas que prometió desde marzo y que nunca les llegaron.
Todo esto y la siempre metida de cuchara que Alvaro Moreria Valdés hace en el sector popular, tienen a Jiménez Salinas frente a una situación difícil en el proceso electoral en el que busca reelegirse.
Simplemente el descontento es tan grande, que su triunfo podria ser con diferencia por debajo a la que se registró el año pasado y con lo cual el junior de la política, anda de un genio que nadie lo tolera. Veremos qué le espera luego de evidenciarse el trato que da a las mujeres.
